Si no se diagnostica y trata, puede provocar severas complicaciones, como infarto de corazón o accidente cerebrovascular. Qué es, cuáles son los síntomas y cómo se previene.


El viernes 17 de mayo se celebra el Día Mundial de la Hipertensión Arterial, una fecha que busca generar conciencia en torno a esta afección y fomentar los esfuerzos para prevenirla, diagnosticarla y controlarla. A nivel internacional, casi la mitad de los adultos hipertensos desconoce su condición y solo uno de cada cinco tiene bajo control el problema. Así lo asevera la Organización Mundial de la Salud (OMS), que asimismo destaca que la hipertensión es una de las causas principales de muerte prematura en el globo. En Argentina, se estima que una de cada tres personas adultas sufre de hipertensión arterial, cuyos efectos pueden ser devastadores a largo plazo: infarto de corazón, accidente cerebrovascular, daños renales y demencia.
¿Qué es la hipertensión arterial? Se trata de una enfermedad común y tratable que afecta a todo el sistema de vasos sanguíneos. Se produce por el aumento, sostenido en el tiempo, de la presión arterial; es decir, de la fuerza que ejerce la sangre sobre las paredes de las arterias. Se habla de presión alta cuando los valores de la presión arterial están por encima de 140 y/o 90 milímetros de mercurio (mmHg).
¿Por qué la hipertensión aumenta el riesgo de sufrir una enfermedad del corazón? “Porque la hipertensión provoca que el corazón deba trabajar forzado todo el tiempo”, explica el doctor Sebastián Obregón, jefe del Centro de Hipertensión Arterial y Envejecimiento Cardiovascular del Hospital Universitario Austral.
“Es como andar en bicicleta siempre cuesta arriba: el corazón lo logra pero hace un esfuerzo inmenso que desgasta sus mecanismos hasta que, finalmente, claudica”, prosigue el especialista.
“El corazón primero se refuerza, o sea, entrena como si hiciera pesas, pero finalmente los músculos se agotan y sobreviene un desgaste de la estructura que hace que el corazón se dilate y pierda efectividad. Es como si nuestras piernas que empujan la bicicleta ya no tuvieran la fuerza necesaria; y lo que sobreviene entonces es la insuficiencia cardíaca”, pormenoriza el Obregón.
¿Qué factores provocan hipertensión arterial?
“Hoy ya sabemos que la genética está involucrada, pero al ser una enfermedad tan prevalente, que afecta a casi 1500 millones de personas en todo el mundo, es difícil pensar que únicamente los genes sean determinantes. Claramente hay una relación causal con el consumo de sodio, un metal que -al interactuar con el calcio- provoca que las arterias se contracturen”, prosigue Obregón, y añade que “la ingesta excesiva de sodio también afecta a las bacterias que están en nuestro intestino y nos protegen de la inflamación, además de acelerar las funciones del cerebro, y provocar estrés interno”.
Otra causa de hipertensión es el sedentarismo. Al respecto, cuenta Obregón que “cuando una persona hace actividad física, la cantidad de vasos sanguíneos abiertos y activos es mayor, entonces el mismo volumen de sangre se reparte en una mayor superficie y baja la presión”.
También el sobrepeso y la obesidad son factores que inciden, ya que “obligan al corazón a hacer más fuerza para repartir más sangre en un cuerpo de tamaño aumentado, lo que provoca un alza en el choque de cantidad de sangre sobre las paredes de las arterias y, por tanto, de la presión arterial en el sistema”.
El estrés crónico, la contaminación ambiental y la contaminación acústica son otras causas de hipertensión, al igual que los cambios bruscos de temperatura, algo cada vez más importante en Argentina por la alteración de nuestro clima subtropical.
¿Cuáles son los síntomas de la hipertensión arterial? “Decimos que la tensión alta es la gran simuladora de problemas porque no da ningún síntoma específico”, señala el especialista. De hecho, la mayor parte del tiempo no hay sintomatología y, por esta razón, la enfermedad puede pasar desapercibida durante muchos años. Algunos malestares frecuentes, producto de la hipertensión, son: falta de aire al realizar ejercicio, cansancio, dolor torácico, dolor de cabeza intenso, latidos cardíacos irregulares, cambios en la visión, y otros.
¿De qué maneras puede prevenirse la hipertensión? Dice Obregón: “Una de las principales recomendaciones es reducir el consumo de sodio, algo clave en Argentina, donde se consume el triple de sodio recomendado para evitar la hipertensión arterial. Otras estrategias para la prevención son mantener un peso saludable y realizar alguna actividad física de manera diaria, aeróbicas -que permiten que los músculos consuman adecuadamente la energía acumulada a partir de azúcares y grasas- y de fuerza -para el desarrollo muscular-. No olvidemos que, además, las actividades deportivas tienen el beneficio adicional de la sociabilidad que, a largo plazo, también aumenta la sobrevida de los pacientes con patología cardiovascular”.
¿Cada cuánto tiempo es recomendable controlarse? “Las personas mayores de 16 años deberían tener un control de presión arterial anual, ya sea por auto-medición o a través de un agente de la salud, a los fines de saber cuál es su situación clínica”, afirma el Dr. Obregón, a la par que señala: “Es realmente alarmante el nivel de desconocimiento que tienen las personas sobre su propia presión arterial”. Al respecto, advierte que el Centro de Hipertensión Arterial del Hospital Universitario Austral cuenta con una enfermera-docente, Zaira Alvarenga, que junto con los médicos genera contenidos educativos para que los pacientes puedan llevar adelante el seguimiento y control adecuados de su presión arterial. Hoy en día es sumamente importante que el paciente se involucre activamente en su gestión de salud, auto-monitoreándose con un equipo automatizado y validado internacionalmente”.
Sobre el Centro de Hipertensión Arterial del Hospital Universitario Austral. Se trata de un centro pionero en la materia, cuyo staff se dedica al estudio pormenorizado de la hipertensión arterial y a la tarea a menudo difícil de establecer sus causas. Ofrece un servicio multidisciplinario orientado al conocimiento de la situación clínica con un equipo de médicos cardiólogos, clínicos, endocrinólogos, nefrólogos, enfermería y nutrición, que busca generar una mayor conciencia sobre el problema de la hipertensión arterial y su manejo adecuado en pacientes.
“En el Hospital Universitario Austral, existe un protocolo de investigación y seguimiento de la implementación de las guías de práctica clínica para el manejo de hipertensión arterial, del que se ocupa la Dra. Tatiana Lemo. Asimismo, estamos desarrollando distintas líneas de investigación para el avance sobre la patología. El Dr. Santiago Medina Walker, por caso, está liderando un proyecto centrado en una población específica: las mujeres jóvenes, habitualmente subdiagnosticadas, para un tratamiento adecuado que, por ejemplo, no afecte sus embarazos. El Dr. Joon-Ho Bang, por su parte, desarrolla una investigación en torno al corazón y las arterias en términos de fuerza, para la prevención de arritmias importantes. Mientras tanto, la Dra. Ana Di Leva junto a la Dra. Agustina de Palma están dedicadas al estudio de la relación de los pacientes hipertensos con los problemas de colesterol y diabetes. Al respecto, la nutricionista Rocío Archain se enfoca en estrategias de prevención desde el punto de vista alimentario”, detalla Obregón, jefe del Centro de Hipertensión Arterial del Hospital Universitario Austral, donde además se está avanzando en proyectos que involucran la inteligencia artificial para capitalizar las nuevas tecnologías.

 

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