La canonizó este domingo el papa Francisco, durante una misa en la Basílica de San Pedro.

María Antonia de San José de Paz y Figueroa, Mama Antula, fue oficialmente declarada santa este domingo por el papa Francisco. Fue a las 5.45 de Argentina (9.45 en el Vaticano) cuando Francisco leyó en latín la elevación a los altares de “Beatam Mariam Antoniam a Sancto Ioseph de Paz y Figueroa”, frente a cientos de peregrinos argentinos en la Basílica de San Pedro.

Nacida en 1730 en lo que hoy es la provincia de Santiago del Estero, y fundadora en Buenos Aires de la Santa Casa de Ejercicios Espirituales, Mama Antula falleció el 7 de marzo de 1799 y sus restos descansan en la iglesia Nuestra Señora de la Piedad, en la Ciudad de Buenos Aires.

“En honor de la Santa e individua Trinidad, para la exaltación de la fe católica y el incremento de la vida cristiana, con la autoridad de nuestro señor Jesucristo, de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo y Nuestra, después de haber reflexionado largamente, invocado muchas veces la ayuda divina y escuchando el parecer de numerosos hermanos en el Episcopado, declaramos y definimos Santa la beata María Antonia de San José de Paz y Figueroa y la inscribimos en el Catálogo de los Santos, estableciendo que en toda la Iglesia sea honrada devotamente entre los santos”, declaró el Papa.

Los milagros de Mama Antula

Para llegar a la canonización de Mama Antula, la Iglesia comprobó dos milagros realizados por intercesión de María Antonia de San José de Paz y Figueroa.

Según repasa Agencia Informativa Católica Argentina (AICA), el primero de ellos se produjo en 1904, cuando una de las hermanas Hijas del Divino Salvador, Rosa Vanina, fue curada de una colecistitis aguda con shock séptico -enfermedad potencialmente mortal aún hoy- sin que la ciencia pudiera explicarlo cuando las beatas rezaron por su restablecimiento con reliquias de la santa. El 2 de julio de 2010 el Dicasterio de las Causas de los Santos, a través de la autorización del Benedicto XVI, reconoció “las virtudes cristianas en grado heroico” de María Antonia de Paz y Figueroa, paso necesario para la beatificación. Y el 4 de marzo de 2016, Francisco hizo lo propio para reconocer el milagro de la sanación por intercesión de Mama Antula y declararla Beata.

El segundo de los milagros fue la curación de Claudio Perusini, un santafesino que había sido alumno de Jorge Bergoglio y en 2017 sufrió un accidente cerebrovascular que lo dejó en estado vegetativo. Los estudios señalaron que le produjo un ictus isquémico con infarto hemorrágico, coma profundo y shock séptico con fallo multiorgánico. Una tomografía indicó, además, un infarto extenso del tronco encefálico. Para los médicos no había cura posible. Hasta que un amigo suyo, jesuita, llevó una estampita de Mama Antula al hospital Cullen, donde se encontraba, y le rezó pidiendo un milagro. El cuadro de Perusini se revirtió totalmente. En octubre de 2023 Francisco aprobó un milagro atribuido en la sanación de Perusini, quien se recuperó gracias a la intercesión de la laica consagrada. Perusini, que hoy estuvo en la Basílica de San Pedro, se recuperó sin explicación médica, según la junta de profesionales del Vaticano. (DIB)

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